Necesitaréis:
- restos de arcilla polimérica
- un punzón
- la máquina maravillosa que aplana la arcilla polimérica !
Los mezclais, hacéis un cilindro grueso y lo retorcéis, así:
Una vez terminado de enroscarlo, como si estuvierais usando un destornillador, lo aplanáis primero con las manos y luego con la máquina, por la rosquita más gruesa.
Veis qué bonito queda con una textura y colores preciosos!!
Ahora viene lo chulo, se coge el punzón y arrastrando de una forma horizontal, intentamos mover suavemente los colores, primero de un lado y con vista de dejar sitio para el sentido contrario:
Una vez que hemos terminado un lado, giramos la pasta si nos es más cómodo para hacerlo en el otro sentido:
Queda una especie de textura marmolizada, preciosa. Para que quede más bonita, lo pasamos por la máquina en el número 2 (el siguiente del más grueso), la textura queda integrada y luego podemos usarlo para lo que queramos:
La foto no es muy allá...
Aquí se ve mejor, he cortado con unos cortantes, dos formas para unos pendientes y para un collar, creo... y ya lo he cocido. Veremos lo que sale luego...
Pues el resúltado es bien chulo, tengo que probarlo con los los restillos que tengo por ahí apartados...
ResponderEliminarPues si que siempre quedan restos y vale la pena!
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